Un espacio para la sanación

Este es un espacio de encuentro para todas aquellas mujeres de cualquier edad que en un momento de sus vidas han sido maltratadas o abusadas y que por diferntes razones no han encontrado el espacio adecuado para su sanación y llevan aún ese dolor dentro... es hora de sanar y volver a sonreir

viernes, 10 de agosto de 2007

Bienvenidas

Nací en una época donde la sigla VIF (violencia intrafamiliar) aún no existía, así como tampoco los conceptos de maltrato infantil (físico y menos aún psicológico), abuso sexual, y otras atrocidades que sucedían en lo cotidiano y al interior de nuestras familias y no eran reconocidas social y ni legalmente como conductas reprochables o delitos, tan solo eran cosas de familia.
Con el paso del tiempo y viendo la evolución de la sociedad del siglo siglo XXI imaginé que conductas tan aberrantes ya no eran tan frecuentes o que al menos las víctimas tenían mayor protección y posibilidades reales de sanar, pero sin quererlo me he dado cuenta que si bien es cierto ahora se enfrenta el tema desde una mirada mas abierta y directa, asumiéndose como un problema social, aún no se brindan las herramientas para la protección, sanación y rehabilitación de las víctimas ya sean estas niños, jóvenes, adultos o ancianos.
Y es que la atención de una persona maltratada no se debe centar tan solo en su dimensión física y psicológica sino también y quizás principalmente e su dimensión espiritual, pues las heridas mas graves se encuentran en lo profundo del alma...

Durante muchos años en mi niñez, adolescencia y juventud fui maltratada, física y psicológicamente al interior de mi hogar, al principio creía que era algo normal, cuando las cosas se recrudecieron pensé que se estaba pasando la mano, pero cuando me enfrenté al abuso sexual, supe que no era normal, pero no pude escapar, no tenía las herramientas internas, solo pude actuar como víctima. No obtuve apoyo familiar pues no lo supieron, tampoco social, pues no se podía contar, tampoco legal pues no habían suficientes pruebas, ni psicológico pues nadie sabía que se necesitaba...
Han pasado muchos años y hoy he vuelto a sonreír y a reconciliarme con la vida que es maravillosa, no ha sido un camino fácil pero de la mano de Dios lo he logrado, no me gusta mirar hacia atrás pero cada vez que veo un rostro o un corazón marchito, o los ojos apagados que escondes "historias de familia", me reencuentro con mi historia, pero no desde el dolor sino desde la compresión y la necesidad de decir... yo te entiendo, es hora de volver a sonreír...
Lo que pasó pasó y tal vez no se nos borre de la memoria porque quedó marcado con el fuego del dolor, pero podemos aceptar, perdonar y volver a confiar y a amar, en definitiva reconstruirnos acorde a lo mas bello y elevado de nosotros mismas la inocencia que un día perdimos y poder volver a sonreír a aquellos que un día nos hicieron daño.

Por ello cree este espacio, para que sea la puerta hacia el reencuentro con nosotras mismas, un espacio para compartir historias, reflexiones, no lo se, tan solo un espacio para la sanación del espíritu...